El término himno se origina de la palabra griega ὕμνος (hymnos), que significa «canciones de alabanza» a héroes o dioses. Los himnos son una de las formas poéticas más antiguas que existen.
Aunque el término himno está relacionada al mundo cristiano, también lo encontramos en otros contextos como, por ejemplo:
- Himnos Nacionales (cantos patrióticos)
- Himnos Militares (usados en marchas militares)
- Himnos de Guerra (himnos bélicos cantados durante las guerras)
- Himnos Homéricos (dedicados a los dioses griegos)
Podríamos citar muchos otros ejemplos en los cuales se usa el término himnos, y todos serían diferentes dependiendo del contexto cultural.
En la Biblia, específicamente en el Nuevo Testamento, se hace referencia a los himnos en varias ocasiones. Jesús y sus discípulos, después de la última cena en el aposento alto, cantaron un «himno» (Mateo 26:30; Marcos 14:26). Pablo y Silas cantaron himnos cuando estaban en la cárcel (Hechos 16:25). En diferentes cartas, se insta a las iglesias a cantar alabanzas e himnos como parte de sus reuniones y de la vida cristiana (Colosenses 3:16, Santiago 5:13).
El apóstol Pablo en Efesios 5:19-20 menciona una variedad de términos para referirse a las alabanzas usadas en el culto de la iglesia primitiva: «hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.»
Aunque existen diferentes interpretaciones teológicas en cuanto a estos términos, no cabe dudas de que en este pasaje los himnos se refieren a alabanzas espirituales compuestas y cantadas por la congregación. El pasaje también hace referencia a los salmos, que en este contexto se refieren a la compilación poética de los Salmos del Antiguo Testamento, lo cual era una costumbre de leer o cantar en las sinagogas judías. Por último, Pablo menciona los «cánticos espirituales», un estilo más general, como para meditar.
Si rastreamos la historia de los himnos, vamos a ver una evolución en su forma y composición. Para el mundo cristiano de hoy, el ejemplo más popular son los himnos contenidos en los himnarios distribuidos en las iglesias. La mayoría de estos himnos tiene un patrón estándar en cuanto a forma, melodía, textura, ritmo, métrica y armonía, usualmente la forma coral usada por Bach y luego por los reformadores en la Edad Media.
Un himno es una «expresión de adoración» y los cristianos cantan himnos porque Dios es digno de ser alabado. Aunque el término himno no se limita al mundo cristiano, como muchos piensan, ha sido sin lugar a duda un eslabón fundamental en cada servicio de adoración a Dios. Los himnos forman parte del fundamento del cristianismo, acompañaron a los primeros cristianos y continúan con nosotros hoy.