¿Cuál es tu Instrumento Musical?

¿Cuántas veces has querido aprender a tocar un instrumento musical pero no sabes por cuál comenzar? La decisión no siempre es fácil, más aún cuando sientes que te gustan todos los instrumentos musicales. Quizá te preguntas si hay algún instrumento más fácil de aprender a tocar que otro, o si puedas aprender a tocar varios instrumentos al mismo tiempo y así probarlos todos antes de decidir. A continuación, comparto algunas ideas que te ayudarán reflexionar antes de tomar esta decisión.

¿Qué tipo de música te gusta?

El tipo de música que escuchas puede influir en tu elección del instrumento. Por ejemplo, si te gusta escuchar géneros de música popular como la música grupera de banda, rap, rock, o folclórica vas a estar inclinado a escoger el instrumento más usado dentro del género que escuchas, como la guitarra, la percusión, etc. 

Si te gustan todos los géneros musicales y no tienes ninguna preferencia, comenzar con aprender piano podría ser una buena opción.

¿Dónde quieres tocar?

Cuándo cierras tus ojos, ¿a dónde te visualizas tocando tu instrumento? ¿En una banda o grupo? ¿En el grupo de alabanza de tu iglesia? ¿En una orquesta sinfónica? ¿O solamente en tu casa como entretenimiento? Es bueno soñar, de hecho, no cuesta nada. Pero si tienes la oportunidad, no te conformes solo con soñar y trabaja para hacer realidad tus sueños. Saber a dónde quieres llegar desde el principio puede ayudarte a la hora de elegir tu instrumento, calcular los costos, y buscar un buen maestro o academia en el área donde vives.

¿La selección del instrumento influye en mi vida espiritual?

Estudiar un instrumento musical va a requerir tiempo, esfuerzo y dinero. A la hora de escoger una actividad, deberíamos seguir el consejo bíblico que dice: «Pues si coméis, o si bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Cor. 10:31).

Como todo lo que hace un cristiano debe ser para glorificar a Dios, aprender a tocar un instrumento musical también debe ser una elección hecha con este objetivo en mente. 

No hay instrumento bueno o malo, cristiano o mundano. Nosotros somos lo que determinamos el uso que vamos a dar a nuestro instrumento. El problema no es el instrumento, sino el uso que la persona le da. 

Esto no quita que hay instrumentos que son más distintivos para ciertos géneros y estilos musicales. ¿Qué sería de la salsa sin los timbales y el bongó, del tango sin el bandoneón, o la música popular hispanoamericana sin las guitarras y el requinto?  ¿Qué sería de la música sinfónica sin los violines o del rock sin la percusión? 

Cuando empiezas a aprender un instrumento, te sumerges también en el estilo musical que lo rodea. Usualmente comenzamos con una base de música clásica hasta que aprendemos las notas, y los conceptos fundamentales de teoría, etc. Luego nos vamos identificando más con el estilo musical que queremos seguir. Hay estilos y géneros musicales más apropiados para un cristiano que otros. Y por supuesto, dónde y cómo vas a usar tu instrumento influirá en tu vida espiritual. No es lo mismo tocar en una taberna o club nocturno que en la iglesia, o en otro entorno. 

¿Así que, ya estás decidido?  Los beneficios físicos, mentales y espirituales que adquirimos al aprender a tocar un instrumento musical son incontables. Esta decisión es una inversión para toda la vida.

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